Santiago el Mayor, llamado así para distinguirlo del otro Santiago. Hijo de Salomé y Zebedeo, hermano de Juan, llamado del círculo de dilectos de Jesús, estuvo con él en la resurrección de la hija d Jairo, en el huerto de Getseman. Fue además el primero de los doce que murió decapitado por orden de Herodes de Agripa. 

     Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pentecostés encontró a Santiago en espera orante, siempre como uno de los máximos referentes de la primera comunidad cristiana, junto con Simón Pedro y Juan. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrono de España.

     Según una tradición medieval, luego de la fiesta de Pentecostés, "fiesta en que se celebra la romería en honor a la Virgen del Rocío" cerca del año 33 d. C., cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (en el islote Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

     De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40, el 2 de enero, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

     Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano.4​ No obstante, el papa León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.



    Tras  reclutar a los siete varones apostólicos, que fueron ordenados obispos en Roma por San Pedro y recibieron la misión de evangelizar en Hispania, el apóstol Santiago regresó a Jerusalén, según los textos apócrifos, para, junto a los grandes discípulos de Jesús, acompañar a la Virgen en su lecho de muerte. Allí fue torturado y decapitado en el año 42 por orden de Herodes Agripa I, rey de Judea. Los supuestos testamentos relatan que, antes de morir, María recibió la visita de Jesús resucitado, a quién le pidió pasar sus últimos días rodeada de los apóstoles, que se encontraban dispersos por todo el mundo. Su hijo le permite que sea ella misma, a través de apariciones milagrosas, la que avise a los discípulos y, de esta forma, la Virgen se hace presente sobre un pilar de Zaragoza frente al apóstol Santiago y los siete varones, episodio hoy venerado en la basílica de Nuestra Señora del Pilar.

     Fueron estos siete discípulos, relata la leyenda, los que, tras escaparse aprovechando la oscuridad de la noche, trasladaron el cuerpo del apóstol Santiago en una barca hasta Galicia, adonde arribaron a través del puerto de Iria Flavia (actual Padrón). Los varones depositaron el cuerpo de su maestro en una roca -que fue cediendo y cediendo, hasta convertirse en el Sarcófago Santo- para visitar a la reina Lupa, que entonces dominaba desde su castillo las tierras donde ahora se asienta Compostela, y solicitarle a la poderosa monarca pagana tierras para sepultar a Santiago.

      La reina acusó a los recién llegados de pecar de soberbia y los envió a la corte del vecino rey Duyos, enemigo del cristianismo, que acabó encerrándolos. Según la tradición, un ángel o quizás un resplandor luminoso y estrellado liberó a los siete hombres de su cautiverio y, en su huida, un nuevo milagro acabó con la vida de los soldados que corrían tras ellos al cruzar un puente, pero no fue el único contratiempo con el que se toparon los varones. Los bueyes que les facilitó la reina para guiar el carro que transportaría el cuerpo de Santiago a Compostela resultaron ser toros salvajes que, sin embargo, también milagrosamente, fueron amansándose solos a lo largo del camino. Lupa, atónita ante tales episodios, se rindió a los varones y se convirtió al cristianismo, mandó derribar todos los lugares de culto celta y cedió su palacio particular para enterrar al Apóstol. Hoy se erige en su lugar la catedral de Santiago.

     Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano.4​ No obstante, el papa León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.

    Altar de la catedral de Santiago de Compostela, nótese detalle del botafumeiro de plata, el más grande del mundo.

     El milagroso hallazgo de los restos en el "Campo de la Estrella": No fue hasta ocho siglos más tarde, en el año 813, cuando un ermitaño llamado Paio alertó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, de la extraña y potente luminosidad de una estrella que observó en el monte Libredón (de ahí el nombre de Compostela, campus stellae, ‘Campo de la Estrella’). Bajo la maleza, al pie de un roble, se encontró un altar con tres monumentos funerarios. Uno de ellos guardaba en su interior un cuerpo degollado con la cabeza bajo el brazo. A su lado, un letrero rezaba: «Aquí yace Santiago, hijo del Zebedeo y de Salomé».

     El religioso, por revelación divina, atribuyó los restos óseos a Santiago, Teodoro y Atanasio, dos de los discípulos del Apóstol compostelano, e informó del descubrimiento al rey galaico-astur Alfonso II el Casto, que, tras visitar el lugar, nombró al Apóstol patrón del reino y mandó construir una iglesia en su honor. Pronto se extendió por toda Europa la existencia del sepulcro santo gallego y el apóstol Santiago se convirtió en el gran símbolo de la Reconquista española. El rey de Asturias fue solo el primero de toda la marea de peregrinos que vinieron después al Camino de Santiago.

     La autenticidad de los restos del apóstol Santiago ha generado, sin embargo, no pocos y encendidos debates y protagonizado meticulosas investigaciones. El inverosímil traslado  -por la dificultad que supone – del cuerpo del discípulo de Jesús hasta suelo gallego es solo una de las muchas lagunas de una tradición que se mueve entre el rigor histórico y las leyendas mágicas. Estudios arqueológicos han demostrado que Compostela era una necrópolis precristiana, pero jamás se han practicado investigaciones científicas sobre los restos que custodian los muros de la Catedral, hasta el punto de que algunos investigadores incluso han atribuido tales reliquias óseas a Prisciliano de Ávila, el obispo hispano acusado de herejía.

      Santiago el mayor es patrono de: España,​Galicia, Bilbao, Ermua, ​Antigua Guatemala, Esquipulas, Real Ciudad de Gáldar, Villanueva del Rey, San Cristóbal Verapaz, Villanueva de la Serena, Sama de Langreo, Santa Cruz de Tenerife, Totana, Santiago del Teide, Los Realejos, Moyobamba, Castroncelos, Mendoza, Santiago del Estero, Cartago, Santiago de León de Caracas, Guayaquil, Cali, Tunja, Santiago de Querétaro, Monclova, Sahuayo de Morelos, Moyahua de Estrada, Juchipila, Zacatecas; silao guanajuato, Natá de los Caballeros, Santiago de los Caballeros de Mérida, ​ Puriscal, Santiago del nuevo extremo (Chile), Valdepeñas de Jaén, entre otras...

     También es patrono de veterinarios, equitadores, curtidores, peleteros.


 Agradecimiento especial a las personalidades, entes públicos y privados, hermandades y agrupaciones que han colaborado en la realización de este pequeño camino de peregrinación dedicado al Apóstol Santiago en la parroquia Santiago de la Punta en la arquidiócesis de Mérida en Venezuela, este año siguiendo a nuestros hermanos de la cofradía del apóstol Santiago en Caracas, un camino de peregrinación por la paz...


El camino de Santiago es una peregrinación de oración y fe realizada en la parroquia Santiago Apóstol de la Punta, Mérida, Arquidiócesis de Mérida  en Venezuela,  por la hermandad de Rocieros de Corazón, el párroco titular y los grupos de apostolado que hacen vida en región parroquial  en honor al patrono de la ciudad y la parroquia en el marco de la fiesta del patrono: Santiago Apóstol el Mayor ... Para mayor información puede escribirnos info@caminodesantiagoapostol.com